Siamesas comparten un mismo corazón.

Liliane Baloyes|La Pesquisa

El pasado sábado 4 de diciembre en el Hospital del Niño de la ciudad de Panamá, nacen unas siamesas en la sala de maternidad: las pequeñas Chelsy Rachel y Evangelyn Rachel.

A penas de ocho meses estas luchadoras llegan al mundo con sus extremidades perfectamente desarrollada, pero unidas por el tórax, compartiendo un solo corazón; el cual presenta malformaciones y además están unidas por el hígado y páncreas.  

Médicos aseguran que el nivel de mortalidad es alto y su estado es muy inestable, por el momento las siamesas cuentan con soporte de ventilación, con la esperanza de sobrevivir a una riesgosa cirugía, los especialistas se niegan a la idea de operarlas por la complejidad de su estado; por lo menos, hasta que cumplan los tres meses.

Las pequeñas oriundas de la “tierra del chicheme” Chorrera, cada segundo que pasa se aferran mas a la vida cuerpo a cuerpo y van en contra de las estadísticas peleando por su lugar en este mundo, la abuela afligida Eyra Medina, explico a un medio televisivo, que su hija llevaba al día el control prenatal de su embarazo y afirma que los médicos decían que las niñas serian mellizas, nunca le advirtieron de la condición especial de las menores.

En los últimos dos años en Panamá se ha registrado dos casos de nacimiento de siamesas. El primer caso fue de las siamesas Fernández Gil, nacidas el 10 de agosto del año pasado unidas también por el tórax pero ellas las compartían el hígado, fueron separadas en septiembre pero por  una de las hermanitas Gil no soporto el procedimiento quirúrgico y murió a los pocos días por insuficiencia renal.

 LAS SIMILITUDES

Los casos de las hermanas Fuentes y Fernández nunca fueron detectados durante los exámenes de los centros de salud. Ambos fueron concebidos por madres de 21 años y en zonas apartadAs de la ciudad. En los dos los médicos que practicaron las cesáreas les pronosticaron horas de vida.

Las dos familias han dejado los resultados en las manos de Dios.